Tras un DCA, desde el Servicio de Neuropsicología se coordinan los programas de rehabilitación multidisciplinares que se aplicarán en base a los datos obtenidos durante la fase de evaluación. Asimismo a lo largo de todo el programa se van supervisando y readaptando los objetivos del Plan de Intervención. El papel del profesional en Neuropsicología es fundamental tanto en el asesoramiento de los diferentes profesionales que intervienen con el paciente, como en la coordinación entre los terapeutas y los familiares del paciente.
¿Cómo lo hacemos?
Dividimos la intervención en 3 grandes áreas estrechamente interrelacionadas: trastornos cognitivos, trastornos conductuales y trastornos emocionales.
- Entre los Trastornos Cognitivos más habituales tras el daño cerebral están los problemas de memoria, atencionales, de razonamiento, de funciones ejecutivas, etc. Estos déficits impiden en la mayoría de los casos funcionar al paciente de forma independiente y limitan su capacidad de beneficiarse de otras áreas de tratamiento como la fisioterapia o la logopedia, por lo que su rehabilitación constituye el elemento fundamental de los tratamientos.
- Los Trastornos Conductuales son los que van a ejercer una influencia más distorsionadora sobre la familia y los cuidadores del paciente; la irritabilidad, agresividad, desinhibición, infantilismo, etc. van a hacer en muchos casos difícil la convivencia y deben por tanto ser atendidos a ser posible desde los momentos iniciales.
- Los Trastornos Emocionales suelen aparecer en fases más avanzadas de la evolución del paciente y normalmente se presentan cuando el paciente va mejorando cognitivamente y por tanto tomando conciencia de sus déficits y de las consecuencias de estos sobre su vida generando la aparición de cuadros psicológicos y psiquiátricos de ansiedad, depresión, aislamiento social, etc.