Una Unidad de Ictus es un servicio especializado dentro de un hospital dedicado exclusivamente a la atención del ictus agudo. Ubicada generalmente en la planta de Neurología, esta unidad cuenta con un número limitado de camas y brinda una vigilancia semi-intensiva a los pacientes afectados por esta enfermedad. A diferencia de una Unidad de Cuidados Intensivos, no se realizan procedimientos invasivos como intubación o ventilación mecánica.
Las Unidades de Ictus se destacan por contar con protocolos escritos para el manejo de pacientes con ictus agudo y sus complicaciones. Además, se caracterizan por tener un sistema de trabajo altamente estructurado y un equipo multidisciplinario capacitado, conformado por enfermeras, rehabilitadores, trabajadores sociales, neurólogos, entre otros profesionales especializados en el tratamiento de pacientes con ictus.
Numerosos estudios han demostrado de manera concluyente que las Unidades de Ictus contribuyen significativamente a la reducción de la mortalidad por ictus, así como a la disminución de las secuelas, la discapacidad a largo plazo y la duración promedio de la estancia hospitalaria. En este sentido, cualquier tipo de ictus agudo se beneficia de las ventajas de ser atendido en una Unidad de Ictus.